Agustín el León Literario

El "Pelagianismo" que él atacó era una construcción propia


La controversia en la que Agustín encontró esta fama fue en gran parte ficticia. El "Pelagianismo" que él atacó era una construcción propia, fundada en sus imputaciones de implicaciones y conclusiones lógicas a un escritor que renegaba de la mayoría de ellas. Cuando Pelagio fue examinado por sus creencias por un tribunal eclesiástico relativamente independiente e imparcial, en Palestina en el año 415, salió vindicado.52 Agustín no pudo aceptar esto y golpeó durante algunos años más al propio Pelagio, ganando la victoria pírrica de la aprobación papal para algunas de sus propias condenas. La victoria fue contraproducente cuando, en su última década, Agustín se encontró bajo el fuego por ello, del doctrinario Julián (que estaba dispuesto a aceptar algunas de las conclusiones que el propio Pelagio rehuía) y de los devotos ascetas cristianos a cuya creencia y práctica Agustín habría estado normalmente muy en sintonía. Estos últimos (algunos de ellos en África, más bien en la Galia) veían el derrotismo en las ideas de Agustín y temían que su visión de la predestinación negara el valor de sus logros ascéticos. Aunque las ideas más extremas de Agustín fueron acaloradamente refutadas en estos círculos, él mismo raramente fue condenado como hereje y sus oponentes eran sorprendentemente reacios a mencionarlo por su nombre, tan grande era el prestigio que se había creado para sí mismo.